lunes, 26 de abril de 2010

Otoño en el Alto Valle

El Alto Valle en otoño tiene algo mágico, especial. Los álamos se tiñen de amarilllo, rojo, verde y otros colores que no se pueden definir exactamente, porque son una mezcla de los anteriores.
Chicas, ayer fuimos al río con mi familia y pensaba en lo lindo que sería compartir esta tarde con algunas de ustedes.

Mari, a vos te imaginé escribiendo algo lindo en tu cuaderno de tapa dura. A Anita cebando unos amargos. Luli de acá para allá sacando fotos con su cámara gigante, esa que parece re profesional. Ayu, a vos a vos tocando la guitarra mientras yo te pedía otra vez Pepe Lui.

jueves, 15 de abril de 2010

Apagón

La oscuridad no me preocupa. Me preocupa la luz. La oscuridad es solamente ausencia de luz. Pero la ausencia sí me preocupa. La preocupación no. Me es indiferente. Sin embargo, la indiferencia me preocupa muchísimo. La considera una actitud vergonzosa. Aunque la vergüenza no me preocupa. Antes si, me preocupaba. Pero a mí me da lo mismo el antes y el después; mi vida no es un desarrollo tendiente a nada. Por eso la nada no me quita el sueño. El sueño, en cambio, es algo que sí me interesa. A veces me quedo toda la noche despierto, pensando en eso. No llego a ninguna conclusión, pero las conclusiones me exasperan. Prefiero los puntos de partida. No por las partidas; por los puntos. Siempre trato de acumular puntos. No por los puntos en sí; es por la acumulación. La acumulación entendida por una cosa sola, no como un cúmulo de otras. Los cúmulos, yo, si pudiera, los disgregaría. Las cosas tienen que ir separadas; no juntas. Juntas forman otras cosas, y eso trae complicaciones. Aunque yo a las complicaciones no les tengo miedo. Lo que me asusta es lo simple. Lo simple no se sabe de dónde sale; ahí es donde está el misterio. Aunque los misterios, por suerte, no me interesan. Me interesa la suerte. Qué desgracia. Porque la suerte siempre es escasa. Y si dijera que no me preocupa la escasez, mentiría. Pero mentir no me preocupa. A mi me preocupa la verdad. Cuando miento no tengo problema; puedo decir cualquier cosa. Aunque sea verdad, no importa, porque la digo de mentira. Pero cuando hablo con la verdad, tengo que andar con más cuidado. Por las dudas, en esos casos digo lo menos posible. Y después me desdigo, así cubro dos posibilidades. Pero no es que me quiera cubrir. Yo hago todo a la intemperie. Y si no hay luna, mejor. A mí me gusta la oscuridad. La oscuridad no me preocupa. Me preocupa la luz. La oscuridad es solamente ausencia de luz. Pero la ausencia sí me preocupa. La preocupación no. Me es indiferente.

Leo Maslíah

martes, 13 de abril de 2010

Martes 13, no te cases ni te embarques

Ya me encontré con varias personas que joden con esta pavada de martes 13. Me pregunto, ¿quién está tan al pedo como para inventar tantas supersticiones?

Si rompés un espejo cagaste para toda tu vida
Que no se te vaya a cruzar un gato negro porque también, fuiste
No casarse un martes 13
Que si se te cae la sal
Que si abrís un paraguas en un lugar cerrado
Que si pasas por debajo de una escalera

Estas son algunas de las boludeces que recuerdo, seguramente habrá muchas más. Dejémonos de joder... si nos tiene que pasar algo malo nos va a pasar y punto. Sea martes 13, martes 22, o lunes 15.

lunes, 5 de abril de 2010

Lunes otra vez

Hoy me levanté con todas las pilas. Hoy parece jueves y es lunes. Odio los días lunes tanto como los domingos. No es que parezca jueves por el día, parece jueves porque yo hoy estoy contenta como los días jueves. Porque los jueves me gustan y además me acuerdo del tema jueves cobarde que también me gusta.Y eso me hace acordar a mi amiga Luli que la extraño mucho.
Bueno, por todo eso. Pero hoy es lunes y son las 8.20 ya. Me voy a la mierda.